lunes, 12 de noviembre de 2012

Capítulo 8: Una lágrima, un adiós y un aerodeslizador


Al despertar escucho a mi padre quejarse de algo, y no es esa clase de personas que le pone pegas a todo.

-Prim, ven - Dice Finnick. Esta en la esquina de mi habitación, sentado en el suelo. Tiene mi arco en la mano, y esta algo asustado. 
Me siento a su lado.
- ¿Que te pasa?.
-He disparado a un animal en el bosque,cuando mamá me llevo a enseñarme tiro con arco-Dice dandome el arco.
-Eso es estupendo. Eres muy bueno-Digo dejando el arco en el suelo con cuidado.
-No, no lo soy. Tu en tu primer tiro mataste una ardilla- dice enfadado.
-¿Me guardas un secreto?.No era mi primer tiro, un día cojí el arco de mamá y me fui al bosque a escondidas. Además no es tan fácil aprender a usar un arco. 

-Pero moriré, no tengo tiempo de aprender.-Dice lloroso, mirándome fijamente a los ojos.
Le abrazo con fuerza.
-No digas eso, eres listo, rápido y sabes camuflarte como papá. No te pasará nada,yo estaré aquí para protegerte, te lo juro.-No digo ninguna mentira cuando le respondo a mi pequeño hermanito. Y al decirlo me doy cuenta de lo que él es capaz de hacer.
De repente mi padre entra en la habitación.
-Venga, tenéis que prepararos rápido, tu y Michel tenéis entrenamiento con Haymitch y por la tarde os enseñare yo a camuflaros en el bosque.-Dice mi padre. Nunca lo había vito así, esta triste y a la vez seguro de lo que va a hacer, lo abrazo.
Entonces entra Michel a en la habitación, el ya esta vestido.
-Que dormilona.-Me dice riendose, intentando relajar la cosa y Finnick también se ríe con él. Eso le saca una sonrisa a mi padre. Finnick y mi padre salen del cuarto, y nos dejan solos.
-No creo que a tu hermano le pase nada en todo esto-Dice mirando la rosa que hay encima de mi cómoda - Es que...eres como tu madre, puede que para los del capitolio seas también como él sinsajo- Me dice con seriedad y de manera triste, se a lo que se refiere, a que a mi sí que me podría ocurrir algo, aunque no quiere asustarme.
Se acerca a mi,y me abraza con ternura, no sabría decir quien está más asustado, si él o yo, a pesar de que hay pocas probabilidades de que a él le pueda ocurrir nada, quizás es que está asustado....¿Por mí?. No obstante, me hace sentir segura entres sus brazos. Él me mira  y lentamente me da un beso en la frente, cierro los ojos en cuanto su piel toma contacto con la mía. No entiendo por qué me emociono tanto con este simple gesto, será qué... no no no, no puede ser. Es Michel, mi amigo de siempre, no me puede pasar lo que creo que me pasa.
-No tenemos toda la mañana para entrenar-Dice Haymitch desde el pasillo, esta a punto de entrar.
Por lo que me separo de Michel al instante.
Más tarde, desayunamos leche y pan. 
Desde ayer no veo a mi madre por ningún lado.
Nadie mueve la boca solo miran su plato, hay malas noticias y no las quieren decir.Sé que no tienen derecho a callarselas cuando también nosotros estamos en peligro.
Entonces suena el teléfono, rompiendo nuestro silencio .Mi padre no tarda más de dos segundos en contestar. Su cara no me deja decir si son buenas o malas noticias.Cuelga el teléfono de golpe.Cierra los ojos y se prepara para contarnos todo.
-Alisson se esta acercando al doce.-respira con fuerza y continua diciendo- acaban de llamar para comunicarnos que dos aerodeslizadores vendrán lo antes posible y os llevaran por separado. Uno llevara a Michel y Lissa, y el otro a Prim y Finnick. Dicen que es más seguro así. La verdad es que no entiendo por qué...pero si es por vuestra seguridad, hay que hacerlo.
Michel me mira.Yo hago lo mismo, no me hace ninguna gracia separarme de él y que nos lleven en distintos aerodeslizadores, ¿Y sí no lo vuelvo a ver hasta que todo esto acabe cuando me suba junto a mi hermano, y...¿Y sí uno de nosotros muere,o ambos?. Puede que que esos abrazos que me ha dado sean los últimos. Puede que jamás vuelva a ir de caza con él.Un sentimiento me invade, no sé que es, pero siento una gran presión en el pecho, es como si quisiera gritar a todo pulmón y de mi garganta no saliera ni un sonido, una agonía por todo el cuerpo. Jamás me había ocurrido hasta este mismo momento.
Haymitch parece tranquilo,es el único  Effie esta recorriendo toda la casa de arriba a bajo.
-Papá,¿Effie puede venir con nosotros?.No creo que pueda quedarse en el doce-Le digo.
-Si, será mucho mejor.-Dice mirando a través de la ventana.
Veo como Effie se siente mucho más segura ahora, tanto que se para y se sienta en el sofá. Sigue preocupada pero ahora menos.
Subo a mi habitación  Para calmarme, no puedo soportar la idea de no volver a ver a Michel. Entonces, él entra,y me abraza con fuerza.
-Estaremos juntos cuando todo esto acabe.-Me susurra al oído mientras me acaricia la cara. Me mira, y juntamos nuestras frentes, mirándonos a los ojos.
-Lo sé-le respondo,a punto de que se me salten las lágrimas, él esta igual o peor.Sé que miento, ambos lo sabemos, pero a veces es mejor creerlo. Y necesito creer que lo volveré a ver una vez más.
Escucho como la puerta de la entrada se cierra de un portazo. Enseguida sé que es mi madre.Oigo como mi madre, Gale y Haymitch discuten.
-No deben irse, son ellos los que les daran fuerza a los rebeldes que intentan acabar con Allison-Grita Haymitch .
-Eso no importa, pueden morir si se quedan en el doce-Grita aun más fuerte Gale.
-No estoy dispuesta a que mis hijos también sean unas victimas más del capitolio-Dice mi madre ella no grita con tanta fuerza como Haymitch y Gale.
Michel se levanta y sale de mi habitación.
-¡Yo me quedare aquí.!-Grita.
-¡Tu te callas, harás lo que tu padre y yo digamos!-Le grita Alice.
Bajo corriendo al salón. No pienso dejar que Michel este aquí cuando Alisson venga.
-Michel, no.-Digo agarrándolo del brazo intentado que suba y deje a nuestros padres discutir sobre el tema.
Mira a su padre enfadado y sube arriba. Subiendo las escaleras escucho el llanto de Lissa, y mi hermano diciéndole que no le pasara nada.
Michel no tarda en recorrer el pasillo rápidamente para consolar a su hermana. Voy tras él, cuando entro en la habitación le veo cogiéndola en brazos. Lissa deja de llorar nada más ver como su hermano mayor la consuela con dulzura.
Michel es tan… perfecto.
Me doy cuenta que mi hermano tiene un cuchillo en la mano, es uno de los cuchillos de Michel. 
-Finnick suéltalo eso y dámelo a mí.-Le digo .
-Prim, necesito practicar para defenderme.-Me dice sin dejar de mirar cuchillo.
-No nos pasara nada un aerodeslizador vendrá y nos llevara lejos de Alisson-Digo intentado que se tranquilice, ese cuchillo no es como los demás es grande y afilado, se le podría resbalar y no quiero pensar qué pasaría, no es lo mismo que un arco.
-¡No,ella nos encontrará y moriremos!-Me grita.
Sus palabras hacen que Lissa vuelva a llorar.
-Finnick deja el cuchillo ahora mismo, si no quieres que te pase algo malo de verdad-Dice mi madre entrando por la puerta.
Lleva sus botas de caza y un abrigo algo viejo que le tapa la terrible cicatriz del brazo, también lleva su arco en el hombro.
Finnick la obedece enseguida,le da el cuchillo y ella se lo guarda en un bolsillo de la chaqueta. 
-Prim, ven conmigo, te tengo que dar una cosa.
La sigo hasta su habitación.
Abre un cajón de su cómoda  Saca un pañuelo blanco impecable, se acerca a mí, abre el pañuelo con cuidado. Hay una perla brillante y pequeña. La agarra con fuerza y se la acerca a los labios,no puede evitar que una lagrima le recorra el rostro, tampoco evita llorar como suele hacerlo .La encierra en su mano y me la da.
-Guárdala-me susurra.
-Lo haré- Le respondo admirando la preciosa y brillante perla.
-Cuando creía haber perdido a tu padre, la agarraba con fuerza pensando que lo volvería a ver. Así fue-Me cuenta.
Se levanta y cierra el cajón.
Entonces se quita el pin ,el sinsajo, que lleva siempre en el pecho. Y me lo abrocha en mi camiseta. Me emociono mucho y la abrazó, puede que tampoco la vuelva a ver.
Tres horas más tardes bajamos hacia la pradera, los aerodeslizadores están a punto de llegar, todos estamos muy nerviosos, Michel me da la mano, su mirada está intranquila.
El primer aerodeslizador que llega es el de Finnick y mío. Nos despedimos de todos. El primero en subir es Finnick, una corriente lo paraliza y sube. Cuando estoy a punto de tocar la escalera Michel me agarra el brazo.
- Prim yo, antes de que te vallas te tengo que decir algo- dice muy nervioso.
- ¿Sí?.
- Veras, yo...yo..eh...
- ¿Qué pasa, Mich?
- Prim, yo...te.... te quiero- me dice, esperando una respuesta. Una alegría crece dentro de mí, y me entran unas ganas increíbles de besarle.
Pero ya es demasiado tarde, no tengo tiempo de formular una sola palabra, ya que la corriente me paraliza los músculos y me sube al aerodeslizador. ¡¿Qué ha dicho?! ¡¿Que me quiere?! Oh dios mio.
Cuando entro, veo a mi hermano asustado, es normal, pobre. Pero hay algo que me llama más la atención.  En el arodeslizador hay dos hombres, no van vestidos como los soldados rebeldes normales, llevan un traje distinto, que me suena de algo, creo que lo vi en el cole, lo llevaban unas personas llamadas....¿Cómo era? Eran.... ¡AGENTES DE LA PAZ! Iban vestidos como los agentes del capitolio, un momento, ¿Del capitolio? Esto no tiene sentido.... pero entonces, veo algo que termina de confirmar mis temores, al un lado, dibujado en la pared, está el signo del capitolio.





Perdonad por la tardanza! Un besazoooo :D

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