Capítulo 7: todo saldrá bien

Se produce tal silencio, que se podría escuchar un alfiler caer. Todavía estoy procesando lo que acabo de oír en la tele, "tu fuego se apagara empezando por tu familia", obviamente, con sinsajo, se refería a mi madre,entonces, lo que ha querido decir, es que primero vendrá a por nosotros, a por su familia. Una increible sensación de terror empieza crecer dentro de mí. Finnick, mi padre, mi madre, podría hacernos cualquier cosa. La familia de Michel, Effie y Haymitch nos miran a los cuatro con cara de terror. Miro a mi hermano, el pobre tiene una cara indescifrable.
- ¿Qué ha querido decir con eso, mamá?- pregunta muy asustado.
- Mi madre no tiene mejor pinta, nunca la había visto así, esta temblando y a punto de que se le salten las lágrimas.
Entonces, sin más rompe a llorar, mi padre la abraza, tiene cara de estar destrozado, y ella empieza a gritar cosas, ahora si que me está asustando, papá se la lleva arriba, y aún así los puedo oír.
- ¡Me dijiste que no tenía nada que temer a tener hijos, que estaríamos bien, a todo lo que le temía está pasando!- dice mi madre desconsolada.

- Tranquila, lo sé, sé que te lo dije- creo que él también está llorando- lo siento, mi vida.
Se que se están abrazados en este momento, y probablemente se estén besando
-¿Qué vamos a hacer?- pregunta mi madre sollozando.
-Tenemos que prepararnos para lo que venga, Kat.
Dejo de escuchar lo que dicen ya que mi hermano empieza llorar.Corriendo, voy hacia él y lo abrazo.
- Ey, no llores.
- ¿Qué va a pasar, Prim?
-No lo sé- digo deprimida.
- Tranquilos  os prometo que todo saldrá bien- nos dice Gale, que es el único que parece haber recuperado la compostura.
asiento, estoy muy confundida y no sé que hacer.
Unas horas más tardes estamos comiendo, hay mucha tensión y tristeza, ni siquiera Effie se atreve a hacer un solo comentario. Después de comer, Michel y yo nos ofrecemos para recoger etc. Sigo muy preocupada y asustada por lo que pueda pasarnos en unos días. Se que él me está mirando.
- Prim,¿estás bien?- me dice con preocupación. sin haberme dado cuenta, me he puesto a temblar al haber pensado en el anuncio de Allison.
Niego porque, ¿de qué me sirve mentir? estoy mal. Michel viene y me abraza sin dudar un solo segundo. Entonces todo el miedo, la preocupación y los nervios acumulados se liberan y rompo a llorar. Me abraza aún más y me acaricia la espalda.
- Por favor, no llores Prim.
- ¿Por qué?- consigo decir entre el llanto.
- Porque me matas- dice en un susurro- te juro que no voy a permitir que te hagan daño. Ni a ti ni a Finnick.
Agradezco tantísimo su apoyo, no son solo sus palabras las que me tranquilizan, estar entre sus brazos me hace sentir tan bien, segura y feliz, aunque sea solo por un momento.Le respondo el abrazo agarrándome a su cuello.
- Muchísimas gracias Michel- digo también susurrando, le tengo tantísimo cariño, le doy un beso en la mejilla como muestra de agradecimiento, se queda muy quieto, y me mira a los ojos muy intensamente y con un brillo especial. Esa forma de mirarme... empiezo a sentir un cosquilleo en el estómago. Le sonrió, y el me devuelve la sonrisa, nos soltamos y vamos al salón.
El ambiente sigue un poco cargado, mi madre está sentada sobre las piernas de mi padré, él le acaricia el brazo, mientras que Gale y Haymitch hablan con ella, están bastante serios. Effie y Alice están con Finnick y Lissa intentando alegrarles un poquito. nos sentamos y nos limitamos a escuchar, a Michel parece interesarle bastante lo que puedan estar diciendo. Más tarde, Haymitch se sienta junto a nosotros y nos recuerda la conversación que tuvimos esta mañana.
- Hemos pensado que sería una buena idea que vosotros, además de protegerlos  entrenarais un poco a vuestros hermanos, no digo luchando, eso está claro que no lo pueden hacer, si no a ser listos, a como protegerse y a esconderse cuando sea necesario.
Aceptamos y nos los llevamos al bosque, ha costado convencer a Alice de que iba a pasar nada.Hay que reconocerlo, yo congenio mejor con Lissa y Michel con Finnick. Les enseñamos como subirse a un árbol, buenos sitios en los que esconderse, pero sobre todo les explicamos como hay que actuar cuando llegue el momento, que no deben comportarse con miedo, aunque lo tengan, deben actuar con la cabeza, y sobre todo, intentar protegerse. 
Cuando está atardecindo volvemos a casa, la cená ya está preparada para cuando llegamos. ahora todos estamos un poco más tranquilos, pero solo un poco. Después de cenar Michel se viene a mi cuarto y charlamos un rato.
- Entonces, ¿estás mejor?- me dice con cuidado. Él me está tratando igual que yo a él cuando su madre sufrió el accidente.
- Sí, supongo...- le sonrío.
- Prim, esoty aquí para lo que quieras,¿vale?.
- Vale. Gracias Mich.
Me acerco a la cajonera que está justo al lado de Michel para guardar un par de camisetas, pero entonces, tropiezo con un coche de juguete que mi hermano había dejado tirado. Por acto reflejo, me agarro a Michel y al final acabamos los dos tirados en l suelo, él encima mía. Se queda bastante cortado y se sonroja, pero yo me empiezo a reir a carcajadas, la verdad es que ha tenido bastante gracia, el me sigue y al final acabamos los dos muertos de risa.
- ¿Estás bien?- dice entre risas y ayudándome a levantarme.
- Ja, ja ,ja ,ja , si si estoy bien. Lo siento mucho, de verdad que no quería tirarte.
- Pues bien que te has agarrado - me contesta con una gran sonrisa,qué guapo está cuando sonríe.
- Eh, que ha sido lo primero que he pillado- le digo golpeándole el brazo a la vez que me rió.
- Vale , vale, no te enfades- me dice abrazándome.
- No me enfado- le contesto respondiéndole el abrazo.
Nos quedamos sin decir nada, el abrazo se prolonga bastante, y eso me encanta, Michel no parece hacer nada por soltarme, de todas formas.
- Prim (ya no hay humor como el de antes en su voz), sabes que no voy a dejar que te hagan nada, ¿verdad?,tú me importas mucho- me dice.
Buff, este chico es increíble, está dispuesto a arriesgarse por tal de protegerme. La verdad es que no se qué decirle. Sus palabras hacen que me lata el corazón mas deprisa, siento ese cosquilleo otra vez en el estómago.
- Tu también me importas Michel, muchísimo- le digo y le miro, con cariño.
Él también me mira, y vuelve a hacerlo con ese brillo e intensidad, e incluso diría que con ternura. Solo que esta vez esta más cerca que antes. Lentamente comienza a acariciarme la cara, ese acto hace que se me ponga el vello de punta, y de repente su cercanía se vuelve  una necesidad para mi. Me acerco aun más a él, y él a mi, ahora me mira los labios, después a los ojos y...
- Michel, ve a acostart.......- Gale acaba de entrar en la habitación y se nos queda mirando con una cara muy rara.