domingo, 16 de marzo de 2014

Capítulo 22: El principio del fin

LO SIENTOOOOOOOOO. Se me ha pasado el tiempo rapidísisimo, en serio. Tengo mil exámenes y...uff. Tenía el capítulo escrito desde la semana pasada, pero me di cuenta de que tenía muchísimos cabos sueltos y lo he tenido que reescribir un montón de veces...aún así no me gusta cómo ha quedado. También quería añadir un audio a este capítulo, pero la verdad es que no sé qué.. ¿a alguien se le ocurre alguna canción que vaya con el argumento? En fin, espero que os guste, os quiero! (gracias por ser tan pacientes)




Dame la mano. 
Tu agonía en la mía 
logrará ser más fuerte 
- Clara Janés.



MICHEL

- ¿Os lo podéis creer? - James lleva más de cinco minutos hablando sin parar.
Me he despedido de Prim, y me he venido a dar una vuelta con James y Harry. Caminamos por los pasillos, sin rumbo aparente.
-Tíos, tierra fuera de Panem, lejos...lejos de aquí de una vez- sigue James, con los ojos brillantes, como a un niño al que le acaban de dar un caramelo.
- Va a ser increíble- le digo, igualmente emocionado.
Harry está muy callado, patea el suelo mientras anda, pensativo. Le pongo la zancadilla, y él tropieza, sujetándose a la pared para no caer. James ríe mientras yo le palmeo la espalda a Harry.
Antes de que me de cuenta, me agarra del cuello, bajándome la cabeza, y, con el puño, me frota los nudillos por el cráneo.
- A ver si aprendemos a comportarnos, chaval- dice entre dientes.
James ríe a carcajadas.
- Pero qué pena dais.
- ¿Te sientes marinado?- le digo mientras me vuelo a poner recto.
-Sí, ¿Tú también quieres cobrar?- me sigue Harry, sonriendo.
Entonces, un sonido penetrante nos sorprende a los tres, haciendo que las paredes retumben y el suelo vibre.
Cuando termina, todo es silencio. Un segundo después, empiezan los gritos.


Nos miramos unos a otros, y empezamos a correr. A lo lejos, se oyen disparos.
- ¿Qué está pasando?- Harry es el primero en hablar, jadeante.
Llegamos a uno de los pasillos principales, y cuando giramos la esquina, veo a dos personas en el suelo, la pared está manchada de sangre ahí donde les han disparado.
- Joder- susurra James.
Están muertas.
- Vamos, seguid- soy el único que aparta la vista de los cadáveres.
No podemos hacer nada por ellos. Si nos quedamos aquí, las personas que van armadas, sean quienes sean, nos matarán.
Los disparos y los gritos cada vez se oyen más cerca. Entonces, pasamos por delante de la sala de armas, que está abierta. Al entrar, vemos a Alec y varios soldados armándose con sus ametralladoras y rifles de asalto.
- Alec- le llamo- ¿Qué está pasando?
Él me mira mientras se ajusta una correa de balas a los hombros.
- Los partidarios de Allison, han reventado las puertas principales y están entrando en la base. No son más de cien, pero Allison está entre ellos. Salid de aquí y buscad a vuestras familias, la gente está yendo a las plantas bajo tierra para esconderse, vamos.
- No, ni hablar- James coge un rifle y lo carga.
- James, suelta eso, aún no sois soldados- le dice Alec.
Este le ignora por completo.
- ¿Y los demás del entrenamiento?- pregunta Harry, y sé que está pensando en Sarah.
- Habrán echo lo que os acabo de decir, esconderse con sus familias.
Pero yo no puedo dejar de pensar en lo que ha dicho Alec hace tan solo un momento, "han reventado las puertas principales", el sonido que escuchamos era una explosión. Y yo le dije a Prim que fuera a buscar a Lucy allí, Prim está allí. No, no, no.
Cojo un rifle y salgo corriendo al mismo tiempo que Harry y James.
- ¡Eh! ¡No hagáis el idiota, volved!- nos grita Alec.
Sé que en el fondo se preocupa por nuestra seguridad, pero lo que está ocurriendo es demasiado como para salir corriendo detrás nuestra y perder un tiempo que es necesario para proteger al resto de personas de la base. Lo entiendo, y no le culpo de nada, pero no pienso ir a esconderme sin saber dónde están mi familia y Prim.

PRIM

La fuerza de la explosión, que no ha llegado a nosotras, nos tira al suelo a las dos, llenando el aire de polvo y gravilla. Me pongo de rodillas poco a poco, mareada, los oídos me pitan.
- ¡Mike!¡Mike!- grita Caroline.
Solo tengo tiempo de taparle la boca un segundo antes de que gente armada empieza a entrar en tropel por las puertas. Su grito queda ahogado por por mi mano mientras la arrastro hasta escondernos en una habitación vacía. En ella hay un escritorio con una pata rota y unas polvorientas estanterías vacías. Más al fondo, hay una sucia ventana. Cierro la puerta de una patada y consigo escondernos detrás del escritorio. Tengo que aplastar a Caroline contra el suelo, ya que no para de sacudirse intentando soltarse de mi agarre, y colocarle las rodillas encima para inmovilizarla. No me atrevo a destaparle la boca, por miedo a que quienes han entrado por las puertas nos encuentren. Al cabo de un par de minutos, Caroline empieza a temblar, y sus gritos se convierten en sollozos desconsolados. Intento consolarle, pero la voz se me quiebra al pensar en Mike saliendo por los aires como un muñeco de trapo. La persona a la que Caroline más quería acaba de morir.
- Lo siento- le susurro, con las lágrimas corriendo por mis mejillas- Caroline, lo siento.
Le abrazo mientras ella sigue llorando. Imagino a Michel muriendo de una manera tan repentina, y mi temblor se une al suyo ¿Dónde estará? Al cabo de un minuto, empiezan los disparos, y después los gritos. Pongo mi cabeza a funcionar lo más rápido que puedo, si nos están invadiendo, tenemos que salir de aquí y conseguir armas, nos encontrarán de un momento a otro. Miro  a Caroline, quien ha dejado de llorar y hunde la cabeza entre las rodillas.
- Caroline, voy a ir a por armas, volveré a por ti, ¿De acuerdo?- le pregunto.
No contesta. Salgo de detrás de la mesa y me levanto para irme. Pero entonces, habla.
- Espera, voy contigo- dice mientras se sorbe la nariz- no quiero perderte a ti también.
La abrazo tan fuerte que duele. Cuando nos separamos, ninguna dice nada. Abro la puerta muy despacio y asomo la cabeza, hay dos guardias en las destrozadas puertas, vigilando, armados hasta los dientes. Cierro lo más despacio que puedo.
- ¿Qué?- dice Caroline.
- Es imposible- le contesto- están vigilando las puertas.
- Ella se da la vuelta, despacio, observando toda la habitación. Hago lo mismo, y mio la ventana fijamente.
- No nos servirá de nada ir al bosque, no podemos entrar a la base por ningún otro sitio que no sean las puertas, y yo no sé tú pero no pienso huir por esa ventana y alejarme- dice mientras me mira mira, entrecerrando los ojos.
- Jamás- contesto, susurrando.
Nunca me marcharía sabiendo que toda la gente a la que quiero sigue aquí.
Al cabo de un rato, recuerdo algo, y echo a correr hacia la ventana.
- ¡Acabas de decir que jamás t...- grita Caroline.
- Shhh- le corto- no grites.
Ella se acerca, confusa, mientras abro la ventana. Cuando llega hasta a mí, se lo cuento.
- Hace meses, cuando llegué y me liberaron, mi madre me llevó por toda la base, y me habló de una salida de emergencia, que solo unas pocas personas conocen. Si salimos al bosque y la buscamos, podremos entrar.
Ella se queda mirando a la ventana, callada, cavilando mis palabras.
- Nadie nos dice que no haya gente fuera, vigilando también los alrededores de la base- dice al fin, alzando la vista.
Respiro lentamente.
- Habrá que arriesgarse.


MICHEL

Al girar una esquina, una bala pasa casi rozándome la cabeza. Disparo y mato de un tiro a un hombre que apuntaba a Harry.
- Gracias- jadea este.
Nos hemos cruzado con unos cuantos desde que echamos a correr hacia el comedor, es allí donde se estarán dirigiendo los partidarios de Allison que no se hayan distribuido por el resto de los pasillos. A veces son difíciles de distinguir con nuestros soldados. Una vez que lleguemos allí, pienso ir a buscar a Prim.
Hay sangre en prácticamente todas las paredes. Seguimos corriendo, cargando de vez e cuando nuestros rifles cuando se quedan sin balas. Ya puedo ver las puertas del comedor, cuando esté allí, lo cruzaré y después pasaré por los corredores que llevan a la entrada principal.
- ¡Eh!¡Parad!- grita una voz a nuestra espalda.
Paramos de correr y nos damos la vuelta. Una pálida Sarah avanza hacia nosotros, apoyada en el hombro de de Hannah. Va dejando un rastro de sangre a su paso.
- ¡Sarah!- grita Harry.
Corre hacia ella y la abraza, atrayéndola hacia él.
- Le han dado en la pierna izquierda- dice Hannah, jadeante- Le até un trozo de tela, para intentar detener la hemorragia, pero aún así ha perdido mucha sangre.
Con mucho cuidado, Harry le pasa la mano por debajo de las rodillas, y la levanta, cargándola. A estas alturas, ya ha cerrado los ojos, y una capa de sudor le cubre la frente.
- Me la tengo que llevar- dice, mirándonos con culpabilidad- lo siento.
- Ve con cuidado- le digo.
Echa a andar en la dirección de la que veníamos.
- Los estamos reduciendo, ya cada vez son menos- dice Hannah- la verdad es que con solo cien personas no sé lo que pretendían- hace una pausa- Voy con vosotros.
- No, no puedes- está vez es James el que habla, Hannah alza una ceja y se cruza de brazos- no vas armada.
- Pero...
- Tiene razón- agrego.
- Puedo ir y conseguir algún arma.
- Ya habrán llegado a la sala y la estarán vigilando, seguramente- contesto.
- Hannah- James le pone una mano sobre el hombro- ve con Harry y Sarah, y busca a tu familia.
Ella parece considerarlo durante unos segundos, respirando entrecortadamente.
- No- niega con la cabeza- no me pienso marchar.
Y antes de que podamos decirle nada más o detenerla, echa a correr.


PRIM

Hemos perdido muchísimo tiempo buscando la entrada ¿Estará terminando ya el ataque? Eso espero. Cuando aparto unos arbustos con la mano, la entrada está exactamente donde me enseñó mi madre. En la pared exterior de la base hay una cavidad rectangular, lo suficientemente grande para que quepa una persona tumbada, que da a una habitación. Delante de esta pequeña entrada hay un matorral que la oculta perfectamente de ojos curiosos. Lo único malo es que hay unos cinco metros de altura hasta el suelo de la habitación.
- ¿Qué clase de salida de emergencia es esta? Desde dentro no se puede subir- dice Caroline.
- Hay una escalera, detrás de un armario.
Ella me mira con curiosidad.
- Ya sabes, mi madre...Voy yo primero.
Me tumbo boca abajo, con los pies por delante de la cabeza, y me dejo caer. Doblo las piernas justo antes de llegar al suelo y, no sé cómo, solo me hago un par de magulladuras en las manos. Caroline no tiene la misma suerte, lo sé por el ruido que hace su tobillo cuando sus pies tocan el suelo. Ella suelta un gemido de dolor y se lo agarra.
- Joder- dice mientras intenta incorporarse- creo que me lo he roto.
- ¿Puedes andar?
- S...sí- dice, pero justo cuando consigue ponerse en pie, cae al suelo.
- No, no puedes- me agacho a su lado.
- ¡No me puedo creer que esto me tenga que pasar a mí!- golpea el suelo con su pie bueno.
- Escúchame, Caroline. Iré a por ayuda, ¿vale? volveré a por tí, te lo prometo.
- Como no vuelvas sana y salva, te mato- dice, y veo que le tiemblan las manos- no me quiero quedar aquí.
La abrazo, alargando el momento.
- No hagas ninguna tontería.
- Lo mismo te digo- me contesta.
Me levanto, y salgo por la puerta. Esta vez sola.

Estoy un nivel por debajo de la planta donde se encuentran el comedor, las habitaciones y la sala de armas. No se oye nada, pero me preocupa lo que pueda encontrarme al subir las escaleras. Supongo que es una ventaja el hecho de que en esta base a penas haya espacios abiertos y casi todos sean pasillos. Más pasillos, más escondites. Comienzo a subir las escaleras a paso rápido, haciendo el menor ruido posible. Cuando llego arriba, miro a mi alrededor. No hay nadie, aún se oyen disparos, pero suenan bastante lejos. La sala de armas no queda demasiado lejos de aquí, si me doy prisa, podré llegar allí antes de encontrarme con nadie. Corro lo más rápido que puedo, controlando mis respiraciones, ya me falta menos. Entonces, una mano sale del hueco de una puerta a mi derecha, y me golpea en la mandíbula, derribándome en el suelo. Caigo golpeándome la cabeza, y alguien se sienta a horcajadas sobre mí, inmovilizándome con las rodillas. Un pelo color caoba me tapa la vista, y no puedo ver la cara de la persona que comienza a reirse.
- Te estaba esperando- me susurra una voz conocida, haciendo que mi cuerpo se estremezca. Se echa el pelo hacia atrás y por fin puedo verle la cara. Una sonriente Lucy me mira desde arriba, con una pistola en la mano.


MICHEL

James y yo corremos hasta llegar a las puertas del comedor. Unos metros antes de entrar, me doy cuenta de que el ruido de disparos en su interior es infernal, y que va a ser imposible cruzar hasta el extremo. Tendré que ir por la planta que hay debajo y vover a subir las escaleras.
- James, necesito encontrar a Prim- digo- debo llegar por otro sitio.
Él me mira y asiente, sin palabras.


PRIM

- ¿Lucy?
Ella vuelve a reír.
- ¿Sí?- dice imitando mi tono.
- Pero...¿qué...
- ¿Sorprendida? 
La miro, sin ser capaz de decir nada.
- ¿Sabes? Teniendo en cuanta que vosotros teníais un espía infiltrado en el otro bando, deberíais haber considerado que también podría haber un espía aquí- dice con sorna.
- Pero, ¿por qué?
- ¿Y por qué no serlo? Ha sido muy fácil estar en contacto con Allison desde aquí. ¿A que nunca te has preguntado que de dónde soy, quién es mi familia, de dónde vengo? Eso es por que te preocupas demasiado por ti. No tengo familia, porque eran del Capitolio, y los mataron a todos.
Intento salir de debajo suya, y ella me golpea con la culata de su pistola en la sien. Las esquinas de mi visión se oscurecen por un momento.
- Y ahora llega el dramático momento en el que te cuento que fui yo quien chantajeó a Charlie para que te delatara, quien se ha encargado de colocar los explosivos en las puertas principales- dice, y se acerca un poco para seguir hablando- y quien te va a matar.
Me muerdo el interior de la mejilla hasta notar el sabor de la sangre. No puedo escapar, no puedo.
- Lo siento, tenía que contárselo a alguien, tiene su mérito estar meses fingiendo, alguien tenía que oírlo, ¿no? Lo cierto es que...
Su voz queda ahogada cuando el sonido de un disparo atraviesa el aire y una bala impacta en su hombro, salpicándome de sangre. Lucy grita de dolor, y consigo quitármela de encima. Detrás de Lucy, Hannah sujeta un rifle con manos temblorosas. Está tan pálida, que parece que se vaya a desmayar de un momento a otro. Lucy se retuerce por el suelo, sangrando. Finalmente, con un sollozo, Hannah deja el arma resbalar de sus manos y cae de rodillas, desmoronándose por completo. Corro a por el rifle y lo levanto, apuntando a Lucy a la cabeza. Se ha apoyado de espaldas en una pared, y se tapa la herida, la cual no para de sangrar. Me mira con ojos rabiosos desde el suelo. Nunca pensé que Lucy, mi amiga, fuera capaz de mirar a nadie así.
- Haz lo que quieras- sonríe- vas a morir de todas formas.
- ¿Y quién se encargará de ello? ¿Tú con ese brazo tan estupendo?- ironizo, sin ningunas ganas de hacerlo.
-  El tiempo.
- ¿De qué hablas?- siseo.
- ¿Así que todo el paripé de "no me acuerdo de lo que ocurrió en la cueva" era verdad? ¿No recuerdas nada?
Silencio. Ella sigue hablando.
- Ciertas personas estaban preparando una sustancia muy potente. Su acción es lenta, y los efectos tardan tiempo en aparecer, pero son devastadores, te lo puedo asegurar. Digamos que eras la perfecta rata de laboratorio, así que te lo inyectaron. Poco a poco, tus órganos se destrozarán, los huesos se irán desgastando y rompiendo dentro de ti. Al golpe más ligero podrías romperte una pierna. Tu cuerpo se irá destrozando por dentro hasta que no puedas moverte del dolor, y morirás en una cama, sin siquiera poder abrir los ojos.
Es como si por unos instantes, el mundo dejara de girar. Como si me encontarar flotando dentro de una enorme burbuja, en la que las palabras rebotan en las paredes y se repiten una y otra vez en mi cabeza. Me estoy muriendo. Me muero. Y no puedo oír otra cosa.
- Precioso futuro el que te espera junto a tu Michel, ¿eh?- ríe, y los labios le tiemblan por el dolor- después de todo, deberías agradecerme que quisiera matarte.
Los oídos me pitan de rabia, pero no soy capaz. No puedo matarla. Vamos, vamos Prim. Levanto el arma, ella es la que ha matado a Mike y a Charlie, dos personas inocentes. Mi dedo índice está agarrotado, no puedo apretar el gatillo, iba a matarte, ella iba a matarte. Entrecierro los ojos, inhalo, expulso el aire, y disparo.


MICHEL

Subo las escaleras, y me detengo a tomar aire. Miro a mi alrededor, sé que un pasillo a la derecha están los ascensores que bajan a los niveles de refugio, lo que significa que las puertas de entrada no quedan demasiado lejos.
Cuando me dispongo a seguir corriendo, una cabellera pelirroja hace que me distraiga.


PRIM

Lucy vuelve a gritar de dolor cuando la bala le acierta en el muslo, ahora no podrá correr. Hannah y yo nos alejamos rápidamente, sin miarar atrás.
No quiero pensar en nada de lo que acaba de pasar, en nada. Tan solo quiero encontrar a mi familia y a Michel, necesito saber que están bien. Puede que mi familia haya bajado a los niveles menores, a refugiarse. Aunque conozco a a mi madre, sé lo sobreprotectora que es, y sé que está aquí, que no se ha ido. No creo que Michel haya bajado tampoco. Ojalá los dos hayan siso lo suficientemente inteligentes para marcharse. 
Hannah se apoya en una pared, sollozando, encogida sobre si misma. Su aspecto es tan enfermizo que asusta.
- Lo siento- dice, y se le quiebra la voz- lo siento, Prim.
¿Qué siente? ¿No haber podido reaccionar hace tan solo unos segundos? ¿Siente que me esté muriendo? No lo sé. Tampoco le pregunto.
- Michel...-la voz se le vuelve a quebrar- Michel y James fueron al comedor. Tienen que estar allí.
La miro durante unos segundos, incapaz de abrir la boca. Al final, me doy la vuelta y corro hacia donde me ha indicado.
- ¡Espera!- me grita- voy contigo.
- No- la respuesta sale automáticamente de mis labios, sin poder evitar el odio que he sentido hacia ella en las últimas semanas. Entonces, me acuerdo de algo muy importante- Hannah...Caroline está en la planta de abajo, en una habitación de la zona este. Se ha roto el tobillo, y no puede salir de allí. Por...por favor, tengo que encontrar a Michel, ¿Puedes ir a por ella?
Mi mira frunciendo el ceño durante unos segundos. Después, poco a poco, sus ojos reflejan lástima, y sé en lo que está pensando. Asiente una sola vez, y se da la vuelta, dirigiéndose a las escaleras.


MICHEL

El corazón me da un vuelco, Allison está delante mía, mirándome con ojos felinos.
- ¿Cómo anda mi primo favorito?- pregunta, burlona.
La miro, sin comprender.
- Oh, vamos- ríe- no me mires así. 
Lo que acaba de decir tiene tan poco sentido que me quedo parado, intentando comprender.
- Está bien, si sales de esta, pregúntale a tu mami- dice.
Reacciono demasiado tarde, ella levanta una pistola, que juraría no haber visto,y dispara.


PRIM

El pulso me late en los oídos, y solo soy capaz de pensar en que no debo caer, no debo caer, no debo caer. Cuando giro una esquina, me detengo en seco, paralizada.
Encuentro a Allison y Michel, a unos metros de mí, manteniendo lo que parece una conversación. Ella ríe, y Michel parpadea varias veces, parece desconcertado. Entonces, tan rápido que cuesta verlo, ella se saca una pistola del pantalón, y dispara.
- ¡No!- grito, corriendo hacia ellos, pero es demasiado tarde.
Michel se lanza a un lado, pero aún así una bala le da en el pecho, y otra en el abdomen. El tose un par de veces, y al hacerlo salpica sus manos de sangre. El estómago se me retuerce y siento que voy a caer. Esto no puede estar pasando. Levanta la mano, tambaleándose, y dispara al hombro de su atacante, haciendo que salpique las paredes con su sangre. allison grita y se aleja tropezando.
Dos manchas rojas se extienden por la camiseta de Michel como si se trataran de tinta en papel. Corro, y llego hasta él. No soy consciente de lo que pasa a mi alrededor, solo puedo verle desplomándose en el suelo, con los ojos cerrados. Quiero gritar, llorar, pero el aire se queda atrapado en mis pulmones, sin poder salir, y lo único que consigo es caer de rodillas junto a él.

MICHEL

Duele, duele muchísimo. Me zumban los oídos y dejo de oír a la multitud que me rodea. La negrura se extiende por los bordes de mi visión, y solo soy consciente de que caigo al suelo cuando noto que me golpeo la cabeza. Entonces, poco a poco, el dolor va desapareciendo. Se me relajan los músculos y mi cuerpo deja de pesar. Es como si estuviera flotando a la deriva, en ninguna parte. Me siento bien, muy bien, pero aún hay algo que no me dejar estar en completa paz. Algo que me mantiene hundido en esta profundidad, que no me deja ir, marcharme. En mi mente, veo un rostro, pelo oscuro y liso, labios rosados y unos ojos del color del cielo. No sé quien es, ni su nombre, pero su aspecto es tan hermoso que duele. Pasan minutos, horas, puede que incluso días, no lo sé, pero no dejo de ver su rostro. 


PRIM

Es una sensación horrible, como si tuviera miles de pedazos de cristal clavados en el corazón, y cada vez que respirara, estos se hundieran más y más, haciendo que me desangre por dentro.
Le aprieto las heridas para parar la hemorragia, pero hay tanta sangre que es inútil.
- Michel- sollozo.
Y sé que estas son las últimas respiraciones que le voy a ver dar, que será la última vez que lo tendré a mi lado. Nada parece real, el dolor tampoco. Es como si estuviera dormido, como si de un momento fuera a abrir sus preciosos ojos verdes y a sonreírme, una vez más.
Pero no está muerto, no aún. 


MICHEL

No es hasta que recuerdo su nombre, que me doy cuenta de lo mucho que le echo de menos.


PRIM

"Nunca pierdas la esperanza, jamás" Es lo que me decía mi madre cuando me llevaba al bosque para que aprendiera a usar el arco, cuando me desesperaba por no conseguir clavar la flecha en el blanco. Y es esa esperanza la que me hace levantarme, como si tuviera una cuerda tirando de mi espalda. Agarro a Michel como puedo y lo arrastro por el pasillo. Sus ojos se mueven de un lado a otro bajo los párpados, y el rastro de sangre que va dejando hace que me tiemblen las piernas.
- Aguanta, por favor- le susurro con la voz rota.
Cuando llego a los ascensores, aporreo como una histérica el botón hasta que se abren, arrastro a Michel dentro y me meto con él. La bajada se me hace insoportablemente lenta. Vuelvo a apretar sus heridas, desesperada, y observo cómo el suelo se va manchando de sangre poco a poco. 
- No puedes dejarme- le digo, aunque sé que no me oye- ¡NO PUEDES!- grito con todas mis fuerzas.
Le mancho el rostro con mis lágrimas, y sus pestañas se agitan ligeramente, tan largas que casi le tocan las cejas. No te vayas, por favor. Intento imaginar mi vida sin él a mi lado, y es tan imposible que no lo logro. El cuerpo se me va entumeciendo poco a poco, nunca había sentido tanto frío.
Cuando las puertas se abren, la oscuridad es tan total que creo que no hay nadie.
Estamos solos.

19 comentarios:

  1. Elvira ¿te puedo pedir un favor?

    ResponderEliminar
  2. Antes de pedirte el debo decir que questa storia è grande, io sono enganchadísima, continuate così

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Claro que puedes!! (aunque primero di cual) jajajajaja, grazie!!!!!! :33333

      Eliminar
    2. En mi escuela me mandaron un ¿trabaje? ( creo que se dise asi ) En el que tenemos que leer unas pallinas de una historia que nos guste sea la historia conoccida o no, me gustaria leer unes pocas de tu historia ya que en mi clase hay muchos fans de LJDH y siempre desimos que nos gustarria una continuación. Bueno a lo que voy ¿Me dejarias leer tu historia en mi escuela?

      Eliminar
  3. NOOOOOOOOOOOO!!!!! Porqueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!! :((((((((((

    ResponderEliminar
  4. Que no se muera porfavorrrrrrrrrr!

    ResponderEliminar
  5. Muchoooooo♥♥♡♥♡♥♥♡♡♥♥♡♥♥♥♡♥

    ResponderEliminar
  6. Muchoooooo♥♥♡♥♡♥♥♡♡♥♥♡♥♥♥♡♥

    ResponderEliminar
  7. Tienes que estar bromiando:( como puedes ser tan mala me haces llorar :'c No lo mates porfa!!
    Sube el siguiente capi que me encata<3

    ResponderEliminar
  8. Claro que sí!!!!!!!!!! No me creo que quieres leer mi historia en tu clase...de verdad. si los primeros capítulos son muy malos! (los tengo que editar). Tienes mi total permiso, Acqua, muchísisimos besos!

    ResponderEliminar
  9. POR DIOOOOOOOOOOOOOOOOOS*---*Sube el siguiente capítulo por favor!

    ResponderEliminar
  10. subeee el siguiente por favoor!!! me encantan LJDH quiero saber qur pasaa en el proximo capituloo

    ResponderEliminar
  11. Pordios! No mates a Michel no puede moriiir:'( PD:sube pronto otro capitulo me dejaste intrigada otra vez!besos(:

    ResponderEliminar
  12. quiero otro capitulo xfavor,, m dejaste con intriga. me encanta tu historia.

    ResponderEliminar