P.O.V. Michel:
Las puertas se cierran, y Prim desaparece tras ellas. La cabeza me da vueltas, y a penas soy consciente cuando Peeta posa su mano sobre mi hombro.
- Michel...-comienza a decir, con preocupación.
Pero antes de oír nada más, me doy la vuelta y me marcho. Sé que es muy poco respetuoso por mi parte, supongo que más tarde hablaré con él y Katniss, pero por ahora solo necesito estar solo. ¿Qué hago? Me pregunto a mí mismo. Nada de lo que pienso parece bastante lo bueno, es totalmente imposible subir a ese ascensor sin que nadie repare en ello, ni si quiera mi padre, que es alguien importante en este lugar, puede subir sin permiso. Pero no puedo dejarla ahí, no puedo dejar que sufra más. Desde el día en que nos marchamos del distrito doce ha estado
sufriendo, primero el golpe de Allison en la cabeza, después la desaparición de su hermano, luego el anuncio con el que todo el mundo creyó que era una traidora, y ahora esto.... siempre encerrada. La rabia se extiendo por cada parte de mi cuerpo, y me quema por dentro. Sin ser a penas consciente, doy un puñetazo a la pared que tengo delante. Noto un dolor ardiente en la mano, me la miro, tengo los nudillo ensangrentados. Miro al frente, hay un hoyo en la pared , con la forma de mi puño. Pero me da igual, no importa. Empiezo a deambular por los pasillos, intentado pensar en cualquier cosa que no sea Prim, y consiguiendo pensar solo en ella. Todo ha sido por mi culpa, fui yo quien la sacó a escondidas de su habitación. Joder, pensé que sería lo mejor, estaba harto de verla mal, haría cualquier cosa por ella... y ahora la han vuelto a encerrar, sola. La rabia da paso al dolor. Solo quiero que Prim deje de sufrir. Suspiro, y entrelazo las manos detrás de mi cabeza, desesperado. Entonces, oigo voces tras una puerta contigua.
- ¿Cómo has podido, Charlie? No puedo creérmelo- distingo la voz de Lucy.
Me acerco a la puerta, acerco la mano al pomo, y justo antes de abrirla oigo a alguien más.
- ¡Has traicionado a Michel, y a todos nosotros!- esta vez es Sarah la que habla, gritando.
Abro la puerta, estoy en una habitación amplia con las paredes grises, en desuso. Allí se encuentran James, Sarah, Lucy, Harry, Mike, Caroline, Hannah y Charlie. Este último de pie, en medio de todos ellos, más pálido que nunca. Los miro a todos, Lucy y Sarah parecen muy alteradas, (Harry está acariciando los brazos de Sarah, para tranquilizarla , al parecer). Los demás están todos muy tensos.
- ¿Qué pasa?- pregunto, confuso.
Nadie parece haber advertido mi entrada, así que todos giran la cabeza con brusquedad, y si había creído que Charlie estaba pálido, ahora su piel parecía de alabastro.
- Michel- Lucy es la primera en reaccionar, como siempre- ¿Dónde está Prim? ¿Qué ha sucedido?- pregunta con preocupación.
- Se la han llevado a las celdas de la planta más baja...-digo despacio.
-¿Qué?- pregunta Caroline, para sorpresa de todos- Pero si no ha hecho nada...
Antes de que sigan las preguntas, hablo.
- Y aquí, ¿Qué está pasando? ¿Por que gritáis a Charlie?
- Michel...- empieza a hablar Mike, con suavidad.
- Lo que pasa es que nuestro "amigo"- James levanta los dedos haciendo comillas en el aire- se ha chivado de que Prim se había escapado- dice con furia.
Me quedó callado, sin saber qué decir. Finalmente consigo separar los labios.
- ¿Qué?
- Michel, yo...-Comienza a decir Charlie, con la voz entrecortada.
- ¿QUE HAS HECHO QUÉ?- grito esta vez, la cólera fluyendo por mis venas.
Me acerco a grandes zancadas hasta quedar delante de él. Se ha quedado mudo. Le agarro del cuello de la camisa, y alzo el puño...pero Harry y Mike están a mi lado, sujetándome. Charlie, mi amigo, con el que me había reído. Ni si quiera alcanzaba a entender por qué lo había hecho. Dejo que me alejen de él. La traición y la rabia mezclándose en mi pecho. Lucy está delante mía, mirándome con lástima. Abre la boca para decir algo, pero yo ya estoy saliendo por la puerta. Es la segunda persona a la que doy la espalda hoy. No puedo más. Me dirijo al comedor, sé que probablemente ellos también, de todas formas, es la hora de comer. Cuando llego, me siento en una mesa distinta a ellos, solo, no quiero hablar con nadie. Capto la mirada de Hannah desde lo lejos, que ha estado especialmente callada antes. Con un gesto de la cabeza me pregunta lo que no dice con palabras, ¿Me puedo sentar contigo? Encojo los hombros, y al cabo de un instante está a mi lado.
-¿Cómo estás?- me pregunta con delicadeza.
- No lo sé...
Mis ojos deben reflejar cómo me siento por dentro, porque enseguida pone una mano sobre mi brazo, acariciándomelo, y me sonríe con dulzura.
- Michel, sabes que puedes contarme lo quieras, estoy aquí para ayudarte.
Agradezco mucho su ayuda, pero no creo que nada pueda ayudarme en este momento. Le sonrío a medias, y me sumo en mis pensamientos. Recuerdo a Prim, cómo jugábamos cuando éramos pequeños, los dos corriendo. Su risa, siempre adoré su risa, me hacía sentir que era especial, diferente solo por estar a su lado. Más tarde, empecé a darme cuenta de lo que realmente sentía. Cómo notaba una vibración cada vez que mi mano rozaba la suya. Cuando crecimos, dejé se ir tanto al distrito doce, y ella de venir al dos. Conseguía mantenerla apartada de mi mente al menos un cuarto del día. Pero volver a verla fue increíble, ella había cambiado, ya no tenía su dulce cara de niña, aunque era igual de bonita, incluso más. Supe entonces que estaba perdido, que nunca jamás la sacaría de mi mente. Después llegó Allison y sus planes de destrozarle la vida a su familia. Aquél vídeo en el que la golpeaban me mató por dentro. Dolió mucho, muchísimo...Michel, y ahora estabamos juntos, parecía un sueño, Michel, ¿Me estás escuchando? Alguien me agarra del brazo, y vuelvo a la realidad como si hubiera caído de una gran altura.
- Michel, hey, ¿Estás bien?- Hannah pasa una mano delante de mi cara.
Parpadeo varias veces.
- Sí, perdón...-empiezo a decir.
- Caroline te estaba intentado hablar- levanta una mano y señala a una tímida Caroline, no me había fijado en su llegada.
- Hola, Michel- dice con voz queda- verás, quería preguntarte sobre Prim...¿Crees...crees que estará bien? Lo que ha pasado.. es horrible- se muerde el labio, y parece realmente conmovida.
- No lo sé, Caroline. Sólo quiero que vuelva a salir, ella no ha hecho nad...
Mis palabras quedan ahogadas por un golpe seco, las puertas del comedor se han abierto de par en par, a la entrada hay un hombre alto, robusto, con cabellos rubios y unos profundos ojos negros color azabache. Reconozco su cara, ha salido en alguno de los vídeos de Allison. Está con ella. A su lado hay una figura más pequeña. Es Finnick.
Varias cosas ocurren a la vez. Una pequeña figura con los pelos rubios sale disparada hacia el hombre. La señora Sander grita, horrorizada:
-¡No, Karen! ¡Vuelve!
El hombre cae de rodillas, Karen se echa a sus brazos y le rodea el cuello.
- ¡Papá!- grita ella.
Todo el comedor se queda helado, es la primera vez que oímos la voz de Karen, aguda en infantil, y lo primero que dice es... ¿Papá? Él la estrecha en sus brazos, las lágrimas corriendo por su cara.
- Mi vida...-le dice a Karen con una voz ronca y profunda, aunque queda. Pero Hannah, Caroline y yo estamos en una mesa lo bastante cercana para oírle. Katniss sale corriendo desde la mesa en la que se encontraba y coje a Finnick en brazos, besándole la mejlla. Al momento Peeta está a su lado, y abraza a los dos con fuerza. Rápidamente, un par de soldados se acercan al hombre le habrán reconocido, al igual que yo, y le arrancan a Karen de los brazos.
- ¡PAPÁ!- vuelve a gritar, desconsolada.
- ¡No!- grita él, estirando los brazos hacia ella.
- ¿QUÉ HACES TÚ AQUÍ? ESTÁS CON ALLISON- vocifera uno de los soldados, apuntándole con su arma.
- ¡No! No, de verdad, estoy con vosotros- dice, desesperado.
El soldado ríe, levanta su arma y le apunta a la cabeza, ¿De verdad va a hacerlo delante de la pequeña Karen?
- ¡Parad!- una voz se alza por encima de todas las demás, es Alec, el soldado hijo de Finnick Odair- Dice la verdad.
* * * *
- Así que- comienza a decir Plutarch Heavensbee- vosotros estabais enterados de esto.
Señala a un grupo de personas: Alec, Haymitch, una mujer del distrito 3 (Isabelle) , un soldado (Cameron) y la presidenta Paylor. Ni si quiera puedo creer que esta última se encuentre aquí, en el comedor. Casi nunca se la ve, está muy ocupada desde que Allison comenzó con esos anuncios. Esta es la primera reunión que creo que he visto hacerse en el comedor (hay que tener en cuenta que ha sido totalmente improvisada). Después de que Alec dijera que el hombre, que por cierto se llama Robert, es inocente, salió por la puerta y apareció con Haymitch, Isabelley Cameron. Al rato llegó Paylor, para sorpresa de todos, junto con Plutarch. Desde entonces todo ha sido un completo caos.
- A ver- Robert levanta las manos mientras hablas- perdí a mi familia en la guerra que hubo contra el capitolio. A toda. Después, mi mujer- la voz se le quiebra- murió al dar a luz a mi hija. No me quedaba nada en la vida, salvo Karen. Y yo no quería que viviera en un mundo aún corrupto. Cada día pensaba en Allison, y en cómo nos arruinaría la vida a todos igual que Snow. Decidí que lo único que quería era ayudar, destrozar a los del Capitolio. Ellos (vuelve a señalar al grupo de Alec) idearon un plan, me ayudaron. La verdad es que no sabía que también Alec estaba enterado. Yo sería un espía, me haría la mano derecha de Allison. Cuanta menos gente lo supiera, mejor. Todo tenía que parecer real. Dejé a Karen aquí, cuando solo tenía tres años- dice en un susurro, con la voz rota- me dolió en lo más profundo del alma. Pero sabía que me iba para ayudar, para hacer de este mundo algo mejor. Y lo conseguí, Allison me lo contaba todo. Cuando empezó con esos anuncios, lo primero que quería era asustar al Sinsajo- dice señalando a Katniss- pero es muy, pero que muy retorcida. Y también muy lista. De alguna manera consiguió hacerse con el aerodeslizador dónde iban sus hijos. Cogió a Prim, lo que quería era asustar. Y si tenía suerte, matar a Katniss cuando fuera allí a por su hija. Pero eso no pasó.
- Estábamos elaborando un plan, íbamos a rescatarla, pero ir allí sola hubiera sido una tontería, no habría conseguido nada- dice ella a la defensiva, casi con enfado.
- Lo imaginé- contesta él- el caso es que ella no se iba a contentar. Quería bajar la moral de todos los rebeldes. Así que decidió hacer que Prim se volviera contra vosotros. Obviamente nada era real, la amenazó con que si no grababa un anuncio en el que declaraba que estaba con Allison, mataría a su hermano. Recuerdo ver el dolor en sus ojos, se encontraba perdida. Después de hacer aquel anuncio, intentó huir con Finnick. Pero los pillaron a los dos. La golpearon muy fuertemente en la cabeza, cuando despertó, no recordaba nada, lo único que hacía era gritar el nombre de su hermano. Lo habían escondido en otra parte de la base, solo querían hacerles sufrir a los dos- dice con pesar- después, llegó Alec, y la sacó de allí. A la mañana siguiente, Allison mandó a un grupo de soldados a rastrear el bosque, yo entre ellos. No estaba buscando realmente, así que me llevé una gran sorpresa cuando encontré a Prim en mitad del bosque. Tuve que amenazarla por que Alec estaba justo detrás de ella, como ya he dicho antes, yo no sabía que él también estaba enterado de que yo era espía, así que tuve que actuar. También sabía que hacía unos días que Allison me vigilaba, ya que intenté ayudar a Prim en un par de ocasiones cuando estaba en la cueva, puede que un soldado me estuviera persiguiendo...
- No importa- Robert sonríe a medias- ya a penas duele.
Después de un momento, sigue hablando.
- Cuando llegué a la base Allison estaba furiosa. No habíamos encontrado nada. Estaba tan enfadada que pretendía matar a Finnick. Cuando nadie pudo verme, lo cogí y huí de allí. Me llevé comida en una mochila. Nos costó mucho llegar hasta aquí, pero lo hemos conseguido.
- Es toda la verdad- dice Paylor, con su autoritaria voz- Robert merece el mismo trato que todos nosotros.
Lo sabía, claro que lo sabía, ¿Cómo iba a ser Prim una traidora? Todo el mundo está completamente mudo. Robert se levanta, se acerca a los Sanders, y coge a Karen en brazos. Su expresión está llena de amor. No puedo si quiera imaginar cómo lo ha tenido que pasar hasta llegar aquí.
- Bueno- esta vez es Peeta el que habla, todavía no se ha separado de Katniss y el pequeño Finnick- entonces está claro que Prim es inocente ¿Ya pueden sacarla de ahí, no?- parece bastante enfadado.
- Claro que sí- contesta Plutarch- Ann, ve a por ella.
Me sorprende ver a la mujer rubia y regordeta que se llevó a Prim a las celdas, tiene los labios apretado en una fina línea.
Cuando se marcha, cerrando las puertas del comedor tras ella, este vuelve a sumirse en un espeso silencio.
Al cabo de un momento, alguien habla.
- Un momento- habla el señor Sander, dirigiéndose a Robert- entonces, si has estado tanto tiempo con Allison, ¿Nunca te ha contado nada sobre un posible ataque?- pregunta dirigiéndose a Robert.
- De eso quería hablar- contesta él- hace tiempo que Allison busca la base rebelde. Se instaló en esa base al lado de la cueva dónde mantuvo secuestrados a Prim y a Finnick, porque sabe que nuestra base se encuentra cerca- hace una pausa antes de seguir hablando, cómo midiendo sus siguientes palabras- en cuanto la localice, vendrá a destruirla.
Increible, me gustan mucho tus capitulos.
ResponderEliminarMuchsisimas gracias, Rue. De verdad no sabes lo bien que sienta que me digan eso! :3333
EliminarSubid otro porfaaa:D
ResponderEliminarHechoo :3
EliminarWee!! Esta buenisima tu historia!!! Siguela!!!
ResponderEliminarMuchísimas gracias *^*
ResponderEliminarEs la tercera vez que me leo la historia ,muy buen capítulo!!
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